Una de las partes más memorables de mi embarazo fue el babymoon. Viajé a España con mi marido, fue un viaje maravilloso, tomé fotos increíbles, pero lo más importante es que me di cuenta que tenía que priorizar mi embarazo. Si estás embarazada, te recomiendo que te alejes de la rutina diaria y te enfoques en lo que realmente importa, tu bebé.
Descubrí que estaba embarazada justo cuando empecé un nuevo trabajo, pero decidí decírselo a mi jefa después del primer trimestre. Mi esposo y yo habíamos planeado un viaje a España meses antes de aceptar este nuevo trabajo. Cuando me contrataron, les dije que tenía mi viaje reservado y pagado y dijeron que no había ningún problema.
Dos días antes de irme a mi babymoon, le dije a mi jefa que estaba embarazada. Sin expresión en su rostro, me dijo felicidades pero que mi trabajo estaba en peligro. No estaban contentos con mi trabajo y con mi pobre desempeño. Me dijo: “Si realmente te importara tu trabajo, lo más inteligente sería cancelar tu viaje y demostrar que quieres estar aquí”. Me pondrían a prueba durante un mes cuando regresara de mi viaje. Estaba completamente en shock y no podía hablar para defenderme.
Devastada, le rogué a mi esposo que cancelara el viaje. Mi carrera era importante y económicamente me estaba yendo bien, entonces, ¿cómo iba a proveer para mi hijo? Mi esposo firmemente dijo que no se cancelaba el viaje y que nuestro babymoon era más importante que mi trabajo.
Los primeros días no pude dormir, estaba estresada, apenas podía comer y solo lloraba. Durante una cena romántica en Sevilla, mi esposo me dijo que también estaba preocupado por el dinero, pero que no importaba cuál fuera el resultado, lo resolveríamos. Dijo que todos los problemas tienen soluciones y confiaba en que aceptaría las críticas, mejoraría mi rendimiento y demostraría mi compromiso con la empresa. Que disfrutara del viaje porque no tendríamos otro viaje solos por un largo tiempo. No me quería molesta, llorando y estresada porque estaba preocupado por mi estado emocional. Me dijo: “Te amo y lo que tienes que hacer es cuidarte a ti y al bebé. Por lo demás, yo me encargo.”
No quería arruinar el viaje ya que mi esposo se esforzaba por que fuera memorable. Me di cuenta de que tenía razón. La vida se pone difícil, pero ¿qué le enseñaría a mi hijo si en cada obstáculo me doy por vencida? Cuando regresé de mi viaje, tuve meses intensos de trabajo, pero no me rendí. Durante la cuarentena, decidí dedicarme 100% a mi hijo y renuncie al trabajo y fue la mejor decisión que pude haber tomado.
En el babymoon fuimos a Madrid, Barcelona, Toledo y Sevilla. Hicimos las cosas típicas de turistas y visitamos lugares impresionantes, tuvimos cenas románticas, nos reímos, nos fuimos de shopping, dormimos hasta tarde y comimos rico.
Si estás embarazada, te recomiendo que tomes un babymoon. Vete de viaje aunque por un día. Tengan una cena romántica, camine de la mano, sea cariñosos, tengan conversaciones significativas y recuérdale a tu pareja lo que amas de el. Aprecia esos momentos porque en unos meses, cuando estes alimentando al bebé por la noche, recordarás tu babymoon y te darás cuenta de que la vida nunca será igual. La vida con un bebé es mucho trabajo, más difícil que cualquier empleo, pero la maternidad es una vida hermosa y abrumadora.
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